No puedo ver en el espejo,
es aterrador.
Mi cuerpo transmite el holocausto
de mi múltiple personalidad.
Ya no hablo inglés, fránces
ni alemán; no comprendo
el significado del signo
que enumera mi ansiedad.
Calmarme es lo que necesito,
respirar profundo y no pensar.
No permitir el olvido,
preservar a toda costa la dignidad.
Mi nuevo anillo se divide en dos,
olores terrenales, color a coco
que antes me transportaban
a una época mejor.
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