la música milenaria acapara mi atención.
Nos matamos poco a poco, queriendo respirar - vivir.
Sin tomar el aliento necesario caemos eufóricos ante la confusión.
A tierras frías va mi corazón, dejando atrás el sol infernal,
el caos y el amor ¡Que me reciban con los brazos abiertos!
el alma apretada y el cuerpo en movimiento...
sin sangre en mis venas, sólo el aire que necesito respirar.
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