"(...) quería escribir poesía porque me había enamorado de las palabras. Los primeros poemas que conocí fueron canciones infantiles, y antes de poder leerlas, me había enamorado de sus palabras. Lo que las palabras representaban, simbolizaban o querían decir tenía una importancia muy secundaria; lo que importaba era su sonido cuando las oía por primera vez en los labios de la remota e incomprensible gente grande que, por alguna razón, vivía en mi mundo".

Dylan Thomas.


sábado, 30 de abril de 2011

Desprendimiento

Jardines impensables, paraisos irreales;
la música milenaria acapara mi atención.

Nos matamos poco a poco, queriendo respirar - vivir.
Sin tomar el aliento necesario caemos eufóricos ante la confusión.

A tierras frías va mi corazón, dejando atrás el sol infernal,
el caos y el amor ¡Que me reciban con los brazos abiertos!

el alma apretada y el cuerpo en movimiento...
sin sangre en mis venas, sólo el aire que necesito respirar.

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