...

Hablabas de tí - pienso confundida. -

No del Loco, ni del Ratón ni la Mujer.

  ¡Eres el Perro que muere pronto!

La ambientación perfecta,

la música indicada y

esta sonrisa indisoluble.

No pude respirar más;

cataratas salían intontenibles

por las ventanas del mal.

Mi cuerpo cansado dijo - Stop! -

Lo forcé como siempre a continuar con la funsión

pues la pagué con antelación.

Soy la única espectadora,
una estrella fugaz;
escribí el monólogo que me levanto a ovacionar.

El dolor es solo un instante de conciencia,

no puede durar más.

Mientras lo asimilas debes eludir,
hacerte a un costado y contemplar

en silencio y sin rencores...

lo que temes nunca te pasará.

No pongas nunca en duda tus principios.

¿Quién más que tú para fortalecerte

y volar sobre el fango de la banalidad?

Bruja o mariposa, siempre levitante,

no eres de este espacio, este tiempo...
respira, respira, respira.



En varios años todo tendrá el color real.
No creas las mentiras recreadas, tornasoladas,
inundadas de glúcosa, limón y sal.
Eres viento que se evapora, se hace lluvia
dando vida, dando paso al huracán.
Todos jugamos a ser dioses cuando amamos de verdad.

Una y otra vez

¿Cuántas veces más?

Empiezo a olvidarme de mí misma

para ponerme en tu lugar.

No tengo un sitio cálido
y confortable en la oscuridad.
No hay objeto ni imagen
que llene mi Ser de Amor y Paz.


Busco perdida en la ciudad del olvido
la canción de los hongos que bailan sin cesar.
El duende malvado, dueño y señor del bosque
me hace trampas, ninguno cantará.

...

Tantas cosas por decir, tantas palabras geniales

que tienen significado para mí y tal vez para vos.

No son geniales en sí mismas, son circunstancias fugacez,

distantes cuando han de serlo... ambos lo sentimos en la piel.

De manera diferente elegimos el color,

con la imagen de la infancia reaparece la silueta de un pasado

inoportuno, que deambula por ahí...

¿Qué miras cuando cierras los ojos, qué ves?